El embrague de la transmisión automática, ¿cómo funciona y cómo saber qué está empezando a fallar?

El sistema de transmisión automática es uno de los más complejos al conseguir que la fuerza y ​​potencia del motor llegue a las ruedas, con el mínimo esfuerzo por parte del conductor. El embrague es uno de los componentes que lo hacen posible. A continuación te contamos qué es el embrague en una transmisión automática, cómo funciona, su vida útil estimada y cuáles son las señales que podrían indicar que se está presentando una falla. 

¿Qué es un embrague de transmisión automática?

El embrague es el que transmite la potencia del motor directamente a la caja de cambios. Cuando se habla de embragues de transmisiones automáticas, el conductor no necesita accionar un pedal para transmitir movimiento a las ruedas motrices y realizar un cambio de marcha, ya que las maniobras de acoplamiento y desembrague se realizan de forma autónoma. 

En una transmisión automática hay cuatro embragues. A medida que se encienden y apagan, activan y desactivan otras marchas para convertir la energía en el impulso que arrancará el vehículo. Además, el embrague permitirá pasar de una marcha a otra sin que el conductor realice el cambio manualmente.

Un resumen, ¿cómo funciona la transmisión automática?

A estas alturas ya sabes que la principal diferencia entre un vehículo con transmisión automática y uno manual es que no hay pedal de embrague para activar el cambio de marcha. Y la razón por la que el sistema automático puede funcionar de forma autónoma es por su funcionamiento, que sigue este mecanismo: 

El juego de engranajes planetarios es el componente principal de la transmisión automática. Tienen dos entradas y una salida. Las dos entradas están conectadas al planeta y a las coronas, mientras que la rotación de la salida se realiza en el portasatélites.

Cuando se aplican velocidades a las diferentes entradas, la corona permanece estacionaria y el engranaje solar gira, lo que hace que el portador y la corona giren. Cuando la rueda dentada gira en la dirección opuesta, se produce una marcha atrás. El mecanismo de transmisión automática en general consiste en transmitir diferentes velocidades de rotación entre la corona y el planeta y todo el mecanismo se moverá como una sola unidad.

¿Cómo funciona el embrague de la transmisión de tu coche?

Entre los ejes de entrada y salida del conjunto planetario no existe una conexión directa, sino intermedia a través de un eje y dos paquetes de embrague para transmitir la potencia del motor. Cuando las palas del embrague se presionan juntas, el cubo queda atrapado en la caja de cambios. 

El primer paquete de embrague se conecta al eje de entrada y hará girar el engranaje solar. Y el segundo se conecta con el eje de salida, lo que hará que la corona se detenga. 

Algunas transmisiones automáticas tienen dos juegos de engranajes planetarios que girarán al mismo tiempo a la velocidad del eje de entrada. En estos, la corona dentada conectada al eje de salida también girará, aumentando así la velocidad de salida.

Para accionar el embrague se requiere de la bomba de fluido, la cual trabaja con el convertidor de torque, activando con la presión de la bomba los frenos y embragues, así como el conjunto de engranajes planetarios. 

Otro componente llamado rotor gira en la carcasa de la bomba, creando cámaras que provocan cambios de volumen y compresión de los engranajes. Las señales hidráulicas se envían a través de los embragues y frenos de banda. 

¿Cuánto dura el embrague automático?

Los embragues de transmisión automática están diseñados para durar entre 30.000 y 100.000 millas. Es decir, tienen una vida útil muy larga que se puede alargar aún más dependiendo de cómo conduzcas, de la forma de invertir las marchas, de cómo detengas el vehículo, del peso que soporta habitualmente la transmisión y de los periodos de mantenimiento del mismo. Sistema general de transmisión. 

Además, cuidar el líquido de la transmisión es parte del mantenimiento que no se debe olvidar.

Señales de que tienes un embrague automático defectuoso

Las siguientes señales podrían indicarle que puede haber una falla en el embrague de la transmisión automática: 

Ruido excesivo de transmisión

Si notas que el vehículo hace mucho ruido como si estuvieras acelerando, pero no va más rápido, podría ser un embrague patinando. Quiere decir que los discos del embrague no engranan correctamente con las marchas, por lo que es posible que se escuche un ruido de aceleración, pero no se da la propulsión mecánica correspondiente. 

Retraso de ejecución

Si alguna vez te ha pasado que te detienes en un semáforo y al pisar el acelerador tu vehículo no se mueve, probablemente el motivo sea un embrague averiado que provoca un retraso en la conducción y en el cambio de velocidad. 

Líquido de transmisión oscuro o quemado

Hay muchas razones por las que el ATF tiene un aspecto oscuro o olor a quemado. Uno de ellos es un embrague dañado. En este caso, además de la apariencia y el olor, podría haber un material oscuro parecido a un lodo dentro del fluido. 

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